Sorpresiva presencia del arzobispo emérito en feria científica

Carlos Monge
prensa@perezzeledon.net
Acababa de llegar de San José, para establecerse en su natal San Isidro, tras una larga jornada de entrega al servicio de la Iglesia Católica y realizaba su primera actividad pública no oficial desde que, décadas antes, se consagró como sacerdote en la catedral de San Isidro.
El encuentro fortuito con egresados de la Escuela Pedro Pérez Zeledón fue oportuno para recordar que él estudió en la misma escuela, cuando se llamó Escuela Mixta de Ureña, y contarles que hacía el recorrido descalzo, desde su casa de Quebradas, para no ensuciar los zapatos.
En la UP Calderón Guardia se celebraba una nueva versión de la etapa de la Feria Científica correspondiente al circuito 01, de la Dirección Regional de Pérez Zeledón del Ministerio de Educación Pública, a donde acuden los estudiantes de escuelas y colegios a presentar y competir, con unos cincuenta proyectos.
Solos o con la ayuda de sus padres y siembre bajo la guía de sus tutores, los niños y los jóvenes se entregan a meses de investigación, antes de presentar sus proyectos, algunos relacionados con enfermedades como la intolerancia a la lactosa, la indescifrable enfermedad de Crhon y la psoriasis, algunos tan prácticos como la manufactura de muebles con papel reciclado, la elaboración de cerdaza para la alimentación de ganado vacuno; algunos tan actuales como la construcción de un horno solar o como las etapas del proceso hacia una declaración de carbono neutralidad.
Si existen premios para los mejores, es por causa de la motivación. Los niños y los jóvenes trabajan durante meses en sus proyectos y en el día de la exposición llegan a demostrar que sí aprendieron, durante la etapa de investigación.
Así, es posible ver a un pequeño de como diez años, que se posesiona de su territorio frente a tres adultos que lo van a evaluar. Vestido con gabacha, los encara a la manera de un convencido hombre de negocios, camina con los brazos entrecruzados por detrás, se desplaza de un lado a otro por el frente del cartelón que le sirve de guía, los convence de que su proyecto merece un premio por el trabajo realizado…
Y se defienden, como lo hace una colegial: “Joven, ese no parece un guanacaste, sino un higuerón”. “A primera vista puede ser que se parezcan, pero las hojas son diferentes. Vea: éstas son las hojas del guanacaste, menuditas; las del higuerón son grandes. Además, estos son los frutos del guanacaste, parecen orejitas, y éstas son las semillas; sirven para elaborar alimentos para el ganado…
Estas ferias son muestra de los grandes cambios que va teniendo el sistema educativo. Ciertamente, se ha ido restando importancia a algunas materias tradicionales y los antiguos hasta resienten el “sacrilegio” de desaparecer algunas que otrora fueron consideradas como elementales, como el latín. Pero estas ferias científicas desatascan las barreras de la inteligencia.
- Sorpresiva presencia del arzobispo emérito en feria científica
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- Un niño de gabacha se posesiona…
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- La cerdaza,un alimento nutritivo para el ganado vacuno.
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- Monseñor Hugo Barrantes.
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- Se parecen, pero el higuerón tiene las hojas grandes…
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31 agosto, 2013