Simulacro de incendio, hoy, en el centro de San Isidro

Carlos Monge
prensa@perezzeledon.net
Las maniobras involucraron a los cuerpos de socorro y policiales de Pérez Zeledón, que acudieron a respaldar a los funcionarios, en un entrenamiento que deben estar realizando anualmente –por imperio de ley- todas las instituciones públicas del país.
Acudieron los bomberos, a simular la batalla contra un incendio; la Cruz Roja a ensayar el protocolo de primeros auxilios y traslado a dos personas que, en el ejercicio, sufrieron lesiones que ameritaron su traslado en camillas al hospital y a otra con quemadoras en una pierna.
Y también participaron –estos sí, para respaldar la operación de bomberos y socorristas y evitar un eventual accidente- inspectores de tránsito que se ocuparon de cerrar la avenida central al al paso de los vehículos.
Salvo los funcionarios que ocupan puestos clave, dentro de los dispositivos de seguridad de la institución (y los bomberos, socorristas y oficiales que los respaldaron) nadie más sabía acerca del simulacro, de manera que, en cumplimiento del protocolo, a los empleados y clientes se les dio la voz de alarma y se les solicitó la evacuación del edificio, y que, de manera ordenada, se dirigieran hasta la acera de enfrente, lugar ya previsto como punto de reunión para un caso de emergencia.
En simulacros interiores, sin la participación de cuerpos de socorro, el personal ha logrado la evacuación del edificio en un minuto y veinte segundos y en el de hoy el tiempo que ocupó el desalojo debió ser más breve, si se toma en cuenta que había pocos clientes, en relación con ocasiones anteriores.
Afuera, nadie parecía estar molesto por el contratiempo; por el contrario, los transeúntes se acercaban a preguntar sobre lo que estaba ocurriendo y a confirmar que a nadie le había pasado nada. Saben que del reiterado entrenamiento pueden depender su vida y las de otros.
Un simulacro es un ensayo sobre un hecho imaginario, para desarrollar capacidades que permitan actuar de la manera más acertada en caso de una emergencia provocada por un temblor, una inundación, un huracán o, como en este caso, un incendio.
Se deberían estar realizando en las instituciones, las empresas y las casas de habitación, para comprobar, con anticipación, si las acciones de preparación son efectivas y, si no es así, para corregirlas a tiempo.
A título general, los pasos para practicar un simulacro los siguientes:
- Imaginar una situación de emergencia.
- Fijar responsabilidades a cada uno de los miembros de la familia o de la empresa.
- Emitir la voz de alarma.
- Interrumpir inmediatamente las actividades y desconectar los aparatos eléctricos que estén funcionando.
- Recorrer las rutas de evacuación.
- Conducirse con orden, sin gritar ni empujar.
- Llegar al punto de reunión convenido.
- Revisar que nadie falte y que todos se encuentren bien.
- Evaluar los resultados y ajustar tiempos y movimientos.
- En orden y sin gritos ni empujones.
- Hacia un lugar seguro, escogido con suficiente anterioridad.
- Con el apoyo de la Cruz Roja.
- Todas las instituciones deben estar ensayando simulacros.
- En maniobras de apoyo al personal del Banco.
- ¡Duele!
- Simulacro en el Banco Nacional 10.09.14 (7)
10 septiembre, 2014