Campesinos a negociar alarmantes cuotas de la CCSS

Carlos Monge
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De mantenerse una disposición de la Caja, que establece una tasación que obliga a los campesinos a ir pagando más por el seguro, hasta llegar a una tasa a una valoración sobre el salario mínimo, en 2019, se prevé una estampida de afiliados, ya porque no puedan pagar las cuotas, excesivamente altas para su condición, ya porque se pasen al régimen de IVM, según expresa Luis Román Chacón, secretario general de la Upiav.
La disposición de la Caja, de ir ajustando el ingreso presuntivo de los campesinos, para llevarlo al nivel del salario mínimo, afecta a los afiliados de organizaciones como la Unión de Pequeños y Medianos Agricultores Nacionales (Upanacional), la Federación Campesina, la Unión de Pequeños y Medianos Agricultores de los Santos (Upas Los Santos) y, en el caso particular de Pérez Zeledón, a la Upiav y la Unión de Trabajadores Independientes de Pérez Zeledón (Utraipez).
El programa de convenios de aseguramiento colectivo –una forma de subsidio estatal- fue creado en 1984, para autorizar a la Caja a negociar con organizaciones gremiales una póliza colectiva para sus miembros, sobre la base de un ingreso presuntivo. El programa fue concebido para el aseguramiento de campesinos y extendido, posteriormente, a diversos grupos de trabajadores independientes.,
Ochenta mil costarricenses están adscritos a este programa, que les permite recibir atención médica por enfermedad y maternidad; pero ahora corre una nueva disposición de la Caja, para el aumento progresivo del ingreso presuntivo, de manera que ya para octubre del presente año -2014- su cuota actual calculada sobre la base de 154 mil colones, se convertirá en 171 mil colones en el próximo mes de octubre.
De conformidad con la disposición de la Caja, el ingreso presuntivo irá creciendo hasta llegar en 2019 a la cuota de 26 mil colones, calculada en colones de hoy. Así como están las cosas, hoy, con crisis cafetalera, crisis frijolera y crisis por todos los campos, una significativa cantidad de campesinos quedaría fuera del juego, porque no tendría recursos para pagar.
Lógicamente, otros, con mayor disponibilidad de recursos, abandonarían los convenios colectivos para irse al IVM de la Caja, en el que pagarían cuotas iguales, pero con la ventaja de estar cotizando para la jubilación.
Estas nuevas reglas del juego son causa de preocupación en las diversas organizaciones gremiales, que iniciaron conversaciones con el gerente financiero de la Caja, Gustavo Picado, en la búsqueda de una fórmula que permita a los campesinos más pobres seguir teniendo acceso a los servicios médicos sociales.
21 enero, 2014